23 jul 2010

CHISTE: 23 de julio de 2010

El gato de una abogada entra en la pescadería de al lado y se come una gamba con total naturalidad, en los mismos morros del pescadero. El pescadero, que es algo tacaño, va corriendo al despacho de la abogada y le pregunta:
- Si un gato se come una gamba de mi pescadería en mis morros, ¿puedo exigir que su dueño me pague lo que valía?
- Esta en su derecho, siempre que pueda demostrarlo.
- Entonces, ¡págueme el euro que valía la gamba que se comió su gato!
La abogada, viendo que el gato todavía tiene en la boca parte de la gamba, saca una moneda de un euro y se la entrega sin objeciones al pescadero, el cual vuelve a su pescadería un poco arrepentido por haber sido tan brusco con la abogada.
- Es una mujer muy atractiva y soltera. Al fin y al cabo solo era una gamba. ¡Pero de las gordas!
Al día siguiente entra la abogada en la pescadería y le da un papel al pescadero. Este sorprendido le pregunta:
- ¿Que es esto?
- Un recibo de 40 euros. Correspondientes a mis honorarios por la consulta de ayer.

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