Las lámparas de bajo consumo o fluorescentes compactos son más caros que las bombillas convencionales, pero en cambio duran ocho veces más y proporcionan la misma luz consumiendo apenas un 20% de la electricidad que necesitan las lámparas normales, por lo que su uso es muy recomendable.
Existen distintos modelos de bombillas de bajo consumo, cuya colocación es idéntica a la de las bombillas incandescentes y que no necesitan ningún elemento adicional.
Para que el flujo de luz no disminuya y evitar despilfarros al sustituir una bombilla normal por otra de bajo consumo, hay que tener en cuenta las siguientes equivalencias: 100 vatios de un bombilla incandescente es igual a una de 23 vatios de bajo consumo; 75 vatios equivalen a 20 vatios; 60 vatios equivalen a 15 vatios; 40 vatios equivalen a 11 vatios y 25 vatios equivalen a 9 vatios.
Fuente: El hogar ecológico - Ed. Plaza & Janes
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