La calle de la Lealtad, hoy de Antonio Maura, cambió de nombre en honor al insigne tribuno conservador que vivió en esta calle, aunque se murió en Torrelodones en 1925.
Fue presidente del Gobierno cuando la Semana Trágica, y también presidió la Real Academia Española de la Lengua.
Los “mártires de la lealtad fuisteis de la Patria orgullo, etc.”, se quedaron sólo con la plaza del mismo nombre donde está el obelisco.
Dicen que en esta calle tuvo un palacio la marquesa de Santoña, con las barandilla de los balcones sobredoradas. La señora marquesa no reparaba en gastos. La verdad es que ella y Maura supieron elegir una de las zonas más bonitas de Madrid, con el Retiro en una punta de la calle y el Salón del Prado en la otra.
Fuente: Recuerdos de Madrid en Postales – Diario-16
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