Cuando el cabezal de la ducha se ha obstruido por las incrustaciones de cal no es preciso utilizar ningún descalcificador industrial. Bastará con desmontarlo y ponerlo a hervir en un recipiente en que se mezclan a partes iguales agua y vinagre, o agua con mondas de patata. Si es de plástico y no resiste el calor, debes dejarlo toda la noche en la misma mezcla.
Si la bañera ha adquirido un tono amarillento con el tiempo puede devolverle un blanco reluciente si la frotas a fondo con un trapo mojado en una mezcla de aguarrás y sal. El vinagre caliente y la sal gorda son otra buena combinación blanqueadora.
Para evitar la aparición de moho en las cortinas de baño hay que ponerlas en remojo con agua salada antes de colgarlas. El moho ya formado se elimina frotando con una solución hecha de una parte de bórax y cinco de agua, que además de quitar cualquier mancha de humedad previene su formación.
Fuente: El hogar ecológico - Ed. Plaza & Janes
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