Las primera reacción ante una
contusión o torcedura leve debe ser la aplicación de frío en la zona
afectada.
Las compresas heladas o bolsas
de hielo reducen la inflamación, adormecen la zona e impiden la aparición de
cardenales. Una vez transcurridas veinticuatro horas es recomendable aplicar
calor para dilatar los vasos sanguíneos y mejorar la circulación.
Un remedio que debes tener
siempre a mano para aliviar el dolor de golpes o torceduras es el alcohol de
romero, que se prepara de forma sencilla: mezcla en un recipiente alcohol de 90º
y unas ramitas de romero. Deja macerar durante dos o tres semanas y ya está
listo para frotar sobre la zona afectada.
Para las contusiones de cierta
importancia, las fricciones con tintura de árnica constituyen un verdadero
alivio, aunque también puede resultar irritante en pieles sensibles. En estos casos lo mejor es
diluirla en alcohol en la siguiente proporción: una parte de tintura árnica
por cinco de alcohol.
Fuente: El hogar ecológico - Ed. Plaza & Janes
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