- Padre, quiero confesar que mi novio me toca el ombligo.
El cura le responde:
- Pero eso no es pecado.
- Padre, es que el ombligo me lo toca por dentro.
El cura le responde:
- Pero eso no es pecado.
- Padre, es que el ombligo me lo toca por dentro.
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
ResponderEliminar