Un hombre va al cielo y le preguntan:
- ¿Nombre y apellidos?
- Manolo Gutiérrez.
- Vaya por Dios, no me aparece en pantalla.
- Pero, ¿Y eso?, si yo he sido muy bueno, muy bueno.
- Pues no sé, va a tener usted que pasar por el infierno.
- Pero, joder, si yo...
- Nada, nada, ya le digo que su nombre no aparece en la pantalla, y por favor no nos interrumpa que tenemos mucho lío.
Llega al infierno:
- ¿Nombre y apellidos?
- Manolo Gutiérrez.
- Uhm, no aparece en pantalla, va tener usted que pasar por el purgatorio.
- Pero oiga, ¿Qué dice?
- Sí, sí y además no me entretenga, ¿No ve que estoy ocupado?
Llega al purgatorio.
- ¿Nombre y apellidos?
- Manolo Gutiérrez.
- No, no parece en pantalla, tiene usted que reencarnarse. Puede elegir entre un rinoceronte del Congo o una gallina andaluza.
- Pero...
- Ni pero ni leches, a reencarnarse ya mismo.
De repente Manolo que aparece en una granja (convertido en gallina) entre otras dos gallinas que le preguntan:
- ¿También reencarnación?
- Sí, ¿Y aquí, qué hay que hacer?
- Pues poner huevos.
- ¿Y eso?
- Porque sino te pasan a la sala de despiece.
- ¿Y cómo ponen huevos?, yo no he puesto huevos en mi vida.
- Apretando.
- ¿Apretando?
- Sí, sí, sí, aprieta.
- Gghrmhnrrrmeegrnmnmgreggmmh...
- ¡Manolo! ¡Manolo! ¡Despierta que te estas cagando!
- ¿Nombre y apellidos?
- Manolo Gutiérrez.
- Vaya por Dios, no me aparece en pantalla.
- Pero, ¿Y eso?, si yo he sido muy bueno, muy bueno.
- Pues no sé, va a tener usted que pasar por el infierno.
- Pero, joder, si yo...
- Nada, nada, ya le digo que su nombre no aparece en la pantalla, y por favor no nos interrumpa que tenemos mucho lío.
Llega al infierno:
- ¿Nombre y apellidos?
- Manolo Gutiérrez.
- Uhm, no aparece en pantalla, va tener usted que pasar por el purgatorio.
- Pero oiga, ¿Qué dice?
- Sí, sí y además no me entretenga, ¿No ve que estoy ocupado?
Llega al purgatorio.
- ¿Nombre y apellidos?
- Manolo Gutiérrez.
- No, no parece en pantalla, tiene usted que reencarnarse. Puede elegir entre un rinoceronte del Congo o una gallina andaluza.
- Pero...
- Ni pero ni leches, a reencarnarse ya mismo.
De repente Manolo que aparece en una granja (convertido en gallina) entre otras dos gallinas que le preguntan:
- ¿También reencarnación?
- Sí, ¿Y aquí, qué hay que hacer?
- Pues poner huevos.
- ¿Y eso?
- Porque sino te pasan a la sala de despiece.
- ¿Y cómo ponen huevos?, yo no he puesto huevos en mi vida.
- Apretando.
- ¿Apretando?
- Sí, sí, sí, aprieta.
- Gghrmhnrrrmeegrnmnmgreggmmh...
- ¡Manolo! ¡Manolo! ¡Despierta que te estas cagando!
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