El
cambio de los antiguos pañales de tela a los pañales desechables ha supuesto
una mejora incuestionable en cuanto a comodidad y ahorro de tiempo. Sin embargo,
esta ventaja tiene un costo ambiental importante: cada año se destinan unos
tres millones y medio de árboles para extraer la celulosa con que se fabrican
los pañales utilizados sólo en nuestro país.
Por
otra parte, los pañales desechables están blanqueados con cloro, un proceso
que, a través de la eliminación de toxinas en los ríos, contamina el medio
natural.
Afortunadamente
hoy día existen alternativas que, sin necesidad de volver a antiguos e incómodos
métodos, ejercen un impacto menor sobre la naturaleza.
Una
de ellas son las bragas-pañales, parecidas a los desechables, pero que
incorporan una especie de compresa de material absorbente, que es la parte que
se cambia para quitar la suciedad y lavar. Están fabricados con algodón
natural sin blanquear, son utilizables indefinidamente y permiten un importante
ahorro de dinero. Pueden adquirirse en tiendas de productos ecológicos.
Fuente: El hogar ecológico - Ed. Plaza
& Janes