Ante una picadura de abeja debes
extraer el aguijón lo antes posible. Una vez fuera, lava la zona con agua y jabón
y aplica hielo. Además del amoniaco hay varias opciones para aliviar el dolor:
aplica una pasta de bicarbonato con agua; frota una aspirina sobre la picadura
humedecida, o aplica un terrón de azúcar mojado en agua para aprovechar su
capacidad absorbente.
Para aliviar el hinchazón y el
escozor de las picaduras en general es recomendable aplicar unas gotas de
esencia de eucalipto o de lavanda, aunque si esto no funciona puedes recurrir al
aceite esencial de melisa, más eficaz pero que puede provocar irritaciones en
pieles sensibles.
Has de aprenden a distinguir si
te ha picado una abeja, una avispa u otra clase de insectos.
La diferencia estriba en que las
primeras pierden el aguijón y luego mueren, mientras que las avispas, abejorros
o avispones pueden picar repetidas veces, con el consiguiente peligro para ti o
tus acompañantes.
Fuente: El hogar ecológico - Ed. Plaza & Janes