Las glándulas sudoríparas son
las encargadas de eliminar el exceso de agua del cuerpo, y con él, las
sustancias de desecho como sales, ácidos grasos, colesterol...

Puedes prescindir del
desodorante si te lavas o duchas diariamente. Para mayor protección detrás la
higiene normal humedece las axilas con una infusión de romero, manzanilla o
tomillo.
Otra posibilidad es trotar las
zonas de mayor transpiración con bicarbonato de sodio. Para la sudoración de
las manos lo mejor son las aplicaciones de alcohol alcanforado.
Fuente: El hogar ecológico - Ed. Plaza & Janes
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