En la plaza de la Lealtad se alza este edifico neoclásico, copiado, según dicen, del de la Bolsa de Viena por Enrique María Repullés y Vargas, en 1884.
La primera idea de crear una Bolsa de Comercio la tuvo José Bonaparte, que pensaba instalarla en San Felipe el Real; sin embargo, la llevó a efecto en 1813 un decreto de Fernando VII.
A partir de ese momento el tráfico de acciones y obligaciones tuvo lugar en la casa de la Compañía de Filipinas, en el Claustro de San Martín, en la iglesia de las Vallecas, en la de los Basilios, en la Trinidad, en el Circo de Paul y en la Aduana Vieja, hasta que fue construido el edificio actual.
Seguro que el hombre de la tartana que aparece en la fotografía no se barrunta cuán complicados tejemanejes se cuecen dentro de la casa frente a la que va transitando.
Fuente: Recuerdos de Madrid en Postales – Diario-16
La pantera se esta afilando las uñas en un árbol, cuando viene el elefante y le dice:
- ¿De qué tamaño? Preguntó el otro.
El corcho es un producto natural cuya impermeabilidad, ligereza y facilidad de manipulación le otorgan múltiples usos.
Para la limpieza diaria de los azulejos no hará falta ningún producto especial; basta con fregarlos con agua caliente, detergente y amoniaco (algunos limpiadores ya incluyen este último elemento). 
Debido a ciertos problemillas, un medico le receta a una mujer testosterona (una hormona masculina, por si alguien no lo recuerda). Esta mujer vuelve al cabo de unas semanas.
Don Timoteo y su esposa van a ver al médico para hacerse un chequeo ambos. Este los examina y tuerce el gesto.
Puedes sustituirlos por productos biodegradables ya comercializados, o bien vertiendo vinagre y dejando que actúe toda la noche. A la mañana siguiente cepillas con ayuda de bicarbonato, y comprobarás que los resultados son inmejorables y no dañan el ambiente.
