Existen recetas caseras que
permiten captar las suaves fragancias primaverales para convertirlas en perfume.
Otra receta fácil
de obtener es el perfume de rosas: echa un manojo de pétalos en un plato con
agua hirviendo y déjalo reposar un día entero. Sin tocar el contenido introdúcelo
seguidamente en la nevera, donde permanecerá un par de días más.
Al cabo de este tiempo añade, por cada vaso de agua de rosas,
una cucharadita de ginebra, y obtendrás así un perfume suave y delicado que
deberás conservar en el frigorífico.
Fuente: El hogar ecológico - Ed. Plaza & Janes
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