Si
piensas poner la manta o el cubracamas en la lavadora deberás tener en cuenta
algunos consejos. En primer lugar la capacidad de la máquina deberá ser de
cinco kilogramos como mínimo. Prográmala de acuerdo al tipo de tejido, según
sea de lana o fibra sintética. La temperatura del agua nunca debe sobrepasar
los 40ºC, y el centrifugado tendrá que ser suave y breve.
Para
evitar que se deforme al colgarla, extiéndela diagonalmente sobre el tendedero
y haz desaparecer los pliegues y arrugas estirando delicadamente. Una vez seca
puedes devolverle su acolchado natural frotando suavemente con un cepillo duro,
siempre en el sentido del tejido.
Si
prefieres lavar a mano pon la manta a remojar en agua tibia con jabón unas dos
horas. Remueve bien el agua y somete luego la pieza a dos enjuagues; el primero
con agua amoniacal (una cucharada de amoniaco por litro de agua) y después con
agua limpia. Por último, sécala al aire libre.
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