24 mar 2010

Elecciones en el infierno, aplicable a la situación actual

Una señora muere y llega a las puertas del cielo donde se encuentra con San Pedro.

- Bienvenida al paraíso -le dice San Pedro- antes que te acomodes, te comento como es esto. Lo usual aquí, es hacerte pasar un día en el infierno y otro en el paraíso, y luego podrás elegir donde quedarte por toda la eternidad.

La acompaña al ascensor y baja hasta el infierno. Las puertas se abren y se encuentra justo en medio de un verde campo de golf. A lo lejos hay un club y de pie delante del mismo están todos sus amigos y otros mas. Todos bien vestidos y muy contentos.

Corren a saludarla, la abrazan y recuerdan los buenos tiempos. Juegan un partido de golf y luego por la noche cenan juntos en el restaurante del club, con langosta como plato principal.

Comparten la noche con hermosísimos y liberales jóvenes cabrios. Se encuentra también al Diablo, que es un tipo muy simpático y se divierte mucho contando chistes y bailando.

Se divierten tanto que antes que se de cuenta, es hora de irse. Todos le dan un apretón de manos y la saludan mientras sube al ascensor.

El ascensor sube, se abre la puerta y llega al cielo donde San Pedro la está esperando.

- Ahora es el momento de pasar un día en el cielo.

Así que allí pasa las 24 horas saltando de nube en nube, tocando el arpa y cantando. Ya estaba aburrida cuando después de las 24 horas, San Pedro va a buscarla:

- Ya has pasado un día en el infierno y otro en el paraíso. Ahora debes elegir para toda tu eternidad

La señora reflexiona un momento y luego responde:

- Bueno, el paraíso ha sido descansado, pero creo que he estado mejor en el infierno, elijo el infierno.

Así que San Pedro la acompaña hasta el ascensor y otra vez baja hasta el infierno.

Cuando se abren las puertas del ascensor, se encuentra en medio de una tierra desierta cubierta de desperdicios.

Ve a todos sus amigos tristes, vestidos con harapos recogiendo desperdicios y metiéndolos en bolsas negras.

El Diablo la alcanza y le pone un brazo en el cuello.

- No entiendo - balbucea la señora - ayer estuve aquí y había bellos jóvenes, un campo de golf y un club. Comimos langosta y caviar, bailamos y nos divertimos mucho. Ahora todo lo que hay es un lugar desértico lleno de porquerías .... y mis amigos parecen unos miserables.

El Diablo la mira; sonríe y dice:

- Ayer estábamos en campaña. Hoy ya votaste por nosotros.

1 comentario:

Jose Antonio y Ana Maria dijo...

Que bueno, de un "aficionado" a la polita es lo mejor que e escuxado, chapo!

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