Lo primero es que el usuario aprenda a defenderse de las estafas.
Ni bancos ni cajas ni servicios de pago, envían mensajes de correo para pedirle que entre en su página, ya sea para probar nuevos servicios o para alertar de algún problema. No lo hacen casi nunca y en el caso de que lo hagan nunca le ofrecerán una dirección URL dentro del correo para que entre, pinchando directamente, en el servicio. Siempre se debe hacer desde la barra del navegador.
En resumen, no hay que entrar nunca a una página web desde un correo electrónico que resulte sospechoso.
En caso de que un internauta abra uno de estos correos y acceda a la dirección web que se propone en un enlace, jamás debe comprar o escribir ningún dato que se le solicite.
Para comprobar que se trata de una página fraudulenta basta con mirar:
Ni bancos ni cajas ni servicios de pago, envían mensajes de correo para pedirle que entre en su página, ya sea para probar nuevos servicios o para alertar de algún problema. No lo hacen casi nunca y en el caso de que lo hagan nunca le ofrecerán una dirección URL dentro del correo para que entre, pinchando directamente, en el servicio. Siempre se debe hacer desde la barra del navegador.
En resumen, no hay que entrar nunca a una página web desde un correo electrónico que resulte sospechoso.
En caso de que un internauta abra uno de estos correos y acceda a la dirección web que se propone en un enlace, jamás debe comprar o escribir ningún dato que se le solicite.
Para comprobar que se trata de una página fraudulenta basta con mirar:
- La dirección del remitente y verá que no se corresponde con la de ninguna empresa conocida. El usuario comprobará que la dirección URL es una larga lista de letras y números sin significado alguno. Primera prueba de que la página es falsa.
- La dirección URL de la página no es "https" sino "http", y por lo tanto no es una página segura.
- Buscar un candado en la parte inferior derecha del navegador, si no existe, no hay que buscar más: la página es un fraude.
- Se puede pinchar en la cabecera que antecede a la casilla de la dirección URL en el navegador. Si la página es segura, aparecerá la certificación que explicará en una ventana emergente los protocolos de cifrado empleados, así como la empresa de seguridad que verifica el protocolo.
Estas pequeñas comprobaciones nos evitarán mas de un disgusto ya que los delincuentes están continuamente al acecho y siempre tenemos que pensar que nunca debemos hacer por internet lo que nunca haríamos en la vida real.
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