En el océano, dos grandes tiburones blancos (padre e hijo) espían a los sobrevivientes de un barco hundido.
- Sígueme hijo, dice el padre tiburón, y comienzan a nadar hacia la gente.
- Primero nadamos alrededor de ellos unas cuantas veces, mostrando solamente la punta de nuestras aletas.
- ¡Bien hecho, hijo! Ahora nadamos a su alrededor otras cuantas veces, pero mostrando las aletas completas.
- Ahora nos los comemos a todos.
Cuando terminan de engullirlos, el hijo pregunta:
- Papá, ¿por qué no nos los comemos a todos desde el principio? ¿Por qué tenemos que nadar en círculos alrededor de ellos?
A lo que el sabio padre contesta:
- Por que saben mejor sin la caca adentro.
- Sígueme hijo, dice el padre tiburón, y comienzan a nadar hacia la gente.
- Primero nadamos alrededor de ellos unas cuantas veces, mostrando solamente la punta de nuestras aletas.
- ¡Bien hecho, hijo! Ahora nadamos a su alrededor otras cuantas veces, pero mostrando las aletas completas.
- Ahora nos los comemos a todos.
Cuando terminan de engullirlos, el hijo pregunta:
- Papá, ¿por qué no nos los comemos a todos desde el principio? ¿Por qué tenemos que nadar en círculos alrededor de ellos?
A lo que el sabio padre contesta:
- Por que saben mejor sin la caca adentro.
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