Un hombre se despierta a las cuatro de la mañana y al sentirse indispuesto llama a su médico de cabecera.
El médico llega a su casa y lo examina cuidadosamente, haciendo gestos de desaprobación. Entonces le dice al paciente:
- Por favor, llame usted a sus hijos, a su esposa y a su abogado.
El paciente preocupado le pregunta:
- ¿Tan grave estoy? ¿Voy a morir?
Y el médico le responde:
- No, pero no quiero ser el único idiota al que despiertan a las cuatro de la mañana por una tontería.
El médico llega a su casa y lo examina cuidadosamente, haciendo gestos de desaprobación. Entonces le dice al paciente:
- Por favor, llame usted a sus hijos, a su esposa y a su abogado.
El paciente preocupado le pregunta:
- ¿Tan grave estoy? ¿Voy a morir?
Y el médico le responde:
- No, pero no quiero ser el único idiota al que despiertan a las cuatro de la mañana por una tontería.
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