En
general es conveniente que toda la ropa que usas esté confeccionada con fibras
naturales, pero esta recomendación cobra mayor sentido en las prendas íntimas.
La ropa interior está en contacto directo con la piel y realiza una serie de
funciones indispensables como facilitar la transpiración y permitir el paso del
calor y el aire.
Las
fibra naturales son mucho más adecuadas para estas finalidades que las sintéticas.
Para el verano es preferible la ropa interior de algodón, ya que absorbe la
transpiración y permite la aireación.
En
invierno, en cambio, puedes optar por la lana o la mezcla de lana y sedas. Estas
fibras calientan el cuerpo, neutralizan los olores y transpiran sin dar sensación
de humedad.
Fuente: El hogar ecológico - Ed. Plaza
& Janes
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