Las
manchas de hierba poco profundas desaparecen perfectamente con agua tibia y jabón.
Si la suciedad persiste debes frotar con una solución amoniacal (1/4 de litro
de agua templada y dos cucharadas de amoníaco) y aclarar posteriormente.
En
prendas de lana y seda hay que tratarlas primero con alcohol previamente
calentado o con vinagre y luego lavarlas normalmente. Otra alternativa eficaz
contra las manchas de hierba es empaparlas con glicerina y después lavar la
prenda como de costumbre.
Cuando
se trata de manchas de barro lo mejor es dejarlas secar y lego cepillar para
quitar todo lo que se pueda. La suciedad residual puede tratarla con alcohol de
90º y seguidamente enjuagar con un detergente líquido.
Si
la mancha de barro se ha pegado en una prenda de lana, unta la mancha con yema
de huevo y lograrás que salga fácilmente. Aclara el huevo con agua y si quedan
restos de barro utiliza alcohol como se ha explicado antes.
Fuente: El hogar ecológico - Ed. Plaza
& Janes
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