Si
la mancha de vino tinto está todavía húmeda aplica abundante sal para que
absorba todo el líquido posible. Después pon la prenda a remojar durante media
hora en agua fría o en una solución de bórax (una parte de bórax por ocho de
agua), lavándola después como de costumbre.
Si se trata de manchas de vino ya
resecas, aplica unas gotas de agua oxigenada, frota con un trapo limpio y
finalmente repásala con una mezcla de agua y amoniaco. Ahora bien, cuando son
tejidos delicados o la mancha es superficial, bastará con frotar con agua y
unas todas de amoniaco para que desaparezca.
Para
las manchas de cerveza, en cambio, utiliza una solución a partes iguales de
agua y alcohol, y frota con un trapo húmedo. Si la mancha se resiste deja la
prenda en remojo en vinagre blanco, aclara con agua limpia e introdúcela luego
a la lavadora.
Fuente: El hogar ecológico - Ed. Plaza
& Janes
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