Un tipo llegó al trabajo todo desanimado, casi arrastrándose y con cara de preocupación. Como era un buen empleado, el jefe lo llamó y le aconsejó:
- ¿Por qué no haces como yo? Cuando estoy deprimido como tú, me voy a casa, tomo una buena ducha, le hago el amor a mi mujer y de inmediato me siento como nuevo.
El tipo salió dispuesto a seguir el consejo del jefe.
Al final de la tarde volvió muy animado.
- ¿Qué tal? Funciona, ¿no?, le preguntó el jefe.
- ¡Vaya que sí! ¡Estoy totalmente recuperado! ¡Su esposa es una maravilla!
- ¿Por qué no haces como yo? Cuando estoy deprimido como tú, me voy a casa, tomo una buena ducha, le hago el amor a mi mujer y de inmediato me siento como nuevo.
El tipo salió dispuesto a seguir el consejo del jefe.
Al final de la tarde volvió muy animado.
- ¿Qué tal? Funciona, ¿no?, le preguntó el jefe.
- ¡Vaya que sí! ¡Estoy totalmente recuperado! ¡Su esposa es una maravilla!
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