
Una buena labor divulgativa de lo que representaba este cambio en España fue necesario desplegar por parte de todos los medios posible.
Para iluminar estos puntos confusos, aparecieron en el mercado un buen número de libros e incluso algunos grupos políticos –los de izquierdas, más especialmente- editaron publicaciones tratando de explicar a los electores cómo se votaba.
La democracia, como no se tenía costumbre se presentaba como algo complicado.
Era tal el desconocimiento existente, que en la propaganda electoral insertada en la prensa de la época por los distintos partidos políticos, se reproducían las papeletas tanto para el Congreso como para el Senado para ayudar a los electores.


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