1. Entre a bañarse.
2. Enjabónese bien la cabeza.
3. Cuente hasta tres.
Entonces, sonará el ring del teléfono.
Aquí se abren dos posibilidades:
a) Si contesta, era uno que se había equivocado o un spam telefónico.
b) Si no contesta, veinte días después se enterará que esa llamada era súper importante.
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