- Hija, ¿qué haces así?
- Uy, mamá, es que este es mi “vestido del amor“.
- Pero… ¡si estás desnuda!.
- Ya, mamá, pero es que cuando viene mi marido, le gusta que me ponga este vestido. Por cierto, márchate que está a punto de llegar.
La suegra viendo el plan que llevaba el asunto decide volver a su casa y por el camino, dándole vueltas al tema decide darle una sorpresa a su marido. Se desnuda, se baña, se pone su mejor perfume y espera a su marido.
Cuando llega el marido, al verla desnuda de pregunta:
- ¿Pero que haces? ¿Te has vuelto loca? – dice sorprendido.
- No, es que este es mi “vestido del amor”, me lo he puesto para ti.
- Pues lo primero que tienes que hacer es plancharlo.
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