Los
aparatos humidificadores desatan una gran controversia entre los expertos en
salud.
Para
muchos se trata de un instrumento necesario, especialmente cuando se padecen
enfermedades espiratorias y se hace uso de la calefacción.
La
humedad relativa del ambiente debe mantenerse en torno al 50%. En una habitación
recalentada esa humedad puede descender por debajo del 40%, provocando entonces
molestias en la garganta y sensación de piel reseca. Para mantener un nivel de
humedad adecuado basta con dejar un recipiente de agua sobre el radiador o la
estufa. Si además añadimos una ramitas de romero o lavanda esparciremos su
suave aroma. Ventilar la casa correctamente todos los días y moderar el uso de
la calefacción es la mejor recomendación. Con ello eliminaremos el riesgo de
enrarecer el ambiente de nuestro hogar y ahorraremos energía.
Fuente: El hogar ecológico - Ed. Plaza & Janes
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