Bill Gates se muere y, al llegar al cielo, San Pedro le dice:
- Te permitimos que bajes durante media hora al infierno para veas cómo es, y luego te subes al cielo otra media hora. Entonces decides dónde quieres estar.
Bill Gates baja al infierno, y ve una playa alucinante, con un sol increíble, chicas guapas por todos lados, juerga, orgías. A continuación sube al cielo, y ve a los angelitos de blanco, todo tranquilo y apacible, con música clásica de fondo. Va a San Pedro y le dice:
- ¡Ya he decidido, me voy al infierno!
- ¿Estás seguro? Ten en cuenta que es una decisión irrevocable.
- Sí, sí, ya lo tengo decidido.
Bill Gates vuelve al infierno, y ve calderas hirviendo por todos lados, condenados asándose, calor abrasador... Entonces va con el demonio y le pregunta:
- Pero bueno... ¿Y esto qué es? ¿No había hace un rato una playa fabulosa y todo lo demás?
Y el demonio le responde:
- ¡Ah, amigo, es que eso era una DEMO!
- Te permitimos que bajes durante media hora al infierno para veas cómo es, y luego te subes al cielo otra media hora. Entonces decides dónde quieres estar.
Bill Gates baja al infierno, y ve una playa alucinante, con un sol increíble, chicas guapas por todos lados, juerga, orgías. A continuación sube al cielo, y ve a los angelitos de blanco, todo tranquilo y apacible, con música clásica de fondo. Va a San Pedro y le dice:
- ¡Ya he decidido, me voy al infierno!
- ¿Estás seguro? Ten en cuenta que es una decisión irrevocable.
- Sí, sí, ya lo tengo decidido.
Bill Gates vuelve al infierno, y ve calderas hirviendo por todos lados, condenados asándose, calor abrasador... Entonces va con el demonio y le pregunta:
- Pero bueno... ¿Y esto qué es? ¿No había hace un rato una playa fabulosa y todo lo demás?
Y el demonio le responde:
- ¡Ah, amigo, es que eso era una DEMO!
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