- ¿Me pone un whisky?
- En seguida!
Va el camarero, coge una botella de whisky escocés de 24 años y le empieza a servir.
- ¡Pero que hace insensato! Se ha equivocado de botella, yo no puedo pagar ese whisky.
- Nada, nada, usted no se preocupe que hoy invita la casa.
- Perdone, pero usted no es el dueño, ¿verdad?
- No, no, yo soy tan solo un camarero.
- ¿Y el dueño donde esta?
- Arriba, con mi mujer.
- ¿Y qué hace con ella?
- Lo mismo que yo con su negocio.
- En seguida!
Va el camarero, coge una botella de whisky escocés de 24 años y le empieza a servir.
- ¡Pero que hace insensato! Se ha equivocado de botella, yo no puedo pagar ese whisky.
- Nada, nada, usted no se preocupe que hoy invita la casa.
- Perdone, pero usted no es el dueño, ¿verdad?
- No, no, yo soy tan solo un camarero.
- ¿Y el dueño donde esta?
- Arriba, con mi mujer.
- ¿Y qué hace con ella?
- Lo mismo que yo con su negocio.
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