La Agencia Aeroespacial Europea estaba seleccionando a un profesional para enviarlo a Marte. El problema era que probablemente no podría regresar a la Tierra.
Cuando a un candidato, ingeniero, le preguntaron cuánto quería cobrar, dijo:
- Un millón de euros, porque quiero donar esa cantidad al Instituto de Investigación Espacial.
El siguiente candidato era un médico:
-Yo quiero cobrar dos millones de euros, porque quiero darle un millón a mi familia, y donar otro para un centro de investigación médica.
Cuando le preguntaron al tercer candidato, un abogado, cuanto quería, dijo:
- Yo quiero cobrar tres millones de euros.
- ¿Por qué quiere cobrar tanto, mucho más que los otros?, le preguntó el seleccionador.
- Muy sencillo, replicó el abogado: si usted me da los tres millones, yo le daré uno a usted, otro millón me lo quedaré yo, y con el millón restante, mandamos al ingeniero a Marte.
Cuando a un candidato, ingeniero, le preguntaron cuánto quería cobrar, dijo:
- Un millón de euros, porque quiero donar esa cantidad al Instituto de Investigación Espacial.
El siguiente candidato era un médico:
-Yo quiero cobrar dos millones de euros, porque quiero darle un millón a mi familia, y donar otro para un centro de investigación médica.
Cuando le preguntaron al tercer candidato, un abogado, cuanto quería, dijo:
- Yo quiero cobrar tres millones de euros.
- ¿Por qué quiere cobrar tanto, mucho más que los otros?, le preguntó el seleccionador.
- Muy sencillo, replicó el abogado: si usted me da los tres millones, yo le daré uno a usted, otro millón me lo quedaré yo, y con el millón restante, mandamos al ingeniero a Marte.
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