Las denominadas vaporetas pueden incrementar notablemente el consumo de energía en el hogar. Sin embargo, y sin desmentir del todo este argumento, lo cierto es que su utilización evita tener que recurrir a detergentes tóxicos en la limpieza de azulejos, sanitarios, mármoles de cocina, hornos, moquetas...
Para su funcionamiento, estos electrodomésticos emplean agua sin ningún añadido; la alta presión a que sale el vapor es suficiente para arrancar la suciedad que se resiste a otros sistemas de limpieza.
El agua es en sí misma el limpiador más inocuo que existe, puede aplicarse sobre cualquier superficie y, en forma de vapor a presión, es más eficaz incluso que muchos limpiadores nocivos que general residuos químicos.
Fuente: El hogar ecológico - Ed. Plaza & Janes
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