La batería de cocina es el elemento intermediario entre los alimentos y nuestro aparato digestivo.
Por esta razón es fundamental que las materias primas utilizadas sean adecuadas para la cocción e inocuas para nuestra salud.
Hay materiales idóneos para este cometido, como el acero inoxidable, el hierro esmaltado, el hierro colado o el barro cocido.
Sin embargo, hay otros menos recomendables como el teflón, que desprende sustancias presuntamente cancerígenas; el aluminio, que se corroe progresivamente; o el amianto (presente en algunas planchas para tostar pan), que es también un reconocido agente cancerígeno.
Fuente: El hogar ecológico - Ed. Plaza & Janes
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