La calle Ancha de San Bernardo era ya muy importante en tiempos de los Austrias.
Por una parte, porque resultaba “ancha”, como su propio nombre indica, en aquel Madrid de callejones; por otra, porque estaba sembrada de palacios de gente noble, como los palacios de Barradas, del conde de Agreda, de Castromontes, de Parcent y el palacio de la marquesa de Génova, que en 1951 pasaría a ser Ministerio de Gracia y Justicia.
Luego, por lo visto, se dieron cuenta de la poca gracia que tienen los pleitos y lo dejaron en “Justicia” a secas en 1931.
En la fotografía se ve el edificio todavía sin las torres de las esquinas, que proceden de la restauración de Javier Barroso, llevada a cabo entre 1942 y 1947.
Fuente: Recuerdos de Madrid en Postales – Diario-16
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