Lo mejor es eliminar los restos de alimentos derramados con la ayuda de un rascador, una vez enfriada la zona de cocción. Posteriormente frotas suavemente con una esponja empapada en agua y por último secas con un paño limpio.
Debes tener siempre en cuenta las indicaciones del fabricante, pero también cuidar la toxicidad de los productos que utilizas para la limpieza.
Fuente: El hogar ecológico - Ed. Plaza & Janes
No hay comentarios:
Publicar un comentario