Los filtros de los grifos y las duchas-teléfono con incrustaciones de cal se limpian fácilmente si los dejas reposar unas horas en vinagre.
Para quitar la mancha de óxido de los grifos, utiliza un trapo de lana impregnado en amoniaco.
La grifería de acero inoxidable recuperará todo su brillo si para limpiarla utilizas alcohol de quemar. Un breve repaso con un paño suave y restituirá su lustre original.
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