Los alabarderos, con sus bizarros uniformes dieciochescos, son la guardia tradicional de los Reyes de España. También eran uno de los espectáculos gratuitos más apreciados por los ociosos del pueblo de Madrid, que gustaba de presenciar el relevo de la guardia, hecho a bombo y platillo todos los días.
La alabarda es arma privativa de los sargentos, según rezan las Ordenanzas de S.M. Carlos III, motivo por el cual lógico parece que sea el arma que protege a los reyes, y también que sean precisamente los sargentos quienes den custodia a bandera.
En la fecha del 2 de mayo de 1808 la guardia era extranjera, y así se portó con el valeroso pueblo.
Franco tuvo una guardia mora y, más tarde, una guardia de opereta. No está mal que hoy vuelva a haber alabarderos frente a Palacio.
Fuente: Recuerdos de Madrid en Postales – Diario-16
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