Para cabellos grasos, es preferible aplicar fricciones en el cuero cabelludo con una aspirina disuelta en agua (muchos champús utilizan el ácido salicílico para combatir la caspa) y un posterior aclarado con agua templada.
Para evitar que la caspa vuelva a parecer prepara un enjuague hirviendo cinco cucharadas de tomillo seco en medio litro de agua. Cuela la cocción, déjala enfriar y vierte la mitad sobre el cabello húmedo y limpio. Frota bien y no enjuagues. Aplicando uno o dos veces por semana esta cocción mantendrás a raya la caspa.
Fuente: El hogar ecológico - Ed. Plaza & Janes
No hay comentarios:
Publicar un comentario