Un tratamiento eficaz y que ayuda a desprender las escamas de la caspa consiste en la aplicación de aceite de oliva tibio directamente sobre el cuero cabelludo. Debes utilizar un pincel o una bola de algodón y humedecer previamente el pelo, ya que en caso contrario el aceite empapará el cabello en lugar de llegar hasta el cuero cabelludo. Una vez aplicado se cubre la cabeza con un gorro de baño y se deja actúe durante media hora. Por último elimina el aceite lavando el cabello con un champú anticaspa.
Para cabellos grasos, es preferible aplicar fricciones en el cuero cabelludo con una aspirina disuelta en agua (muchos champús utilizan el ácido salicílico para combatir la caspa) y un posterior aclarado con agua templada.
Para evitar que la caspa vuelva a parecer prepara un enjuague hirviendo cinco cucharadas de tomillo seco en medio litro de agua. Cuela la cocción, déjala enfriar y vierte la mitad sobre el cabello húmedo y limpio. Frota bien y no enjuagues. Aplicando uno o dos veces por semana esta cocción mantendrás a raya la caspa.
Fuente: El hogar ecológico - Ed. Plaza & Janes
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