Las estufas de leña constituyen un sistema de calefacción doméstica atractivo aunque poco eficaz. Si no se utilizan correctamente, pueden perderse hasta un 80% del calor por la chimenea.
En primer lugar la madera debe estar bien seca: los troncos recién cortados contienen hasta un tercio de agua, que si no se deja secar consume gran parte de las energías caloríficas de la madera.
Debes asegurarte de que la chimenea esté limpia de hollín y escombros, y no presenta grietas que permitan la fuga de calor.
El regulador de entrada y salida de aire te permitirá ajustar el tiro. Una buena forma de ahorrar madera es reciclar el papel de periódico en ladrillos que e usan como leña. El método es sencillo y sólo necesitas una prensa que se adquiere en tiendas especializadas: dejas el papel en remojo para que se haga una pasta, luego se compacta con la prensa y se deja secar. Su poder calorífico es similar al de la madera.
Fuente: El hogar ecológico - Ed. Plaza & Janes
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