Puedes prescindir perfectamente de los limpiadores químicos y aerosoles abrillantadores. Para el cuidado cotidiano de los muebles de madera encerada lo mejor es repasarlos con un paño mojado en leche caliente.
Las marcas de agua producidas al posar un vaso o una botella las eliminarás restregando con un tapón de corcho.
Si son manchas viejas debes frotar con ceniza de tabaco previamente humedecida, y repasar luego con un paño.
Cuando los muebles de la cocina están sucios de grasa o aceite, utiliza para su eliminación esencia de trementina (o su versión sintética, el aguarrás). Esta solución es también eficaz para las manchas de vino, fruta o café sobre la madera. En todos estos casos el mueble se untará finalmente con cera de abeja.
Cuando se trata de maderas barnizadas que por efecto del sol o la humedad has perdido brillo, deberás aplicar una mezcla de alcohol, aceite de linaza y limón a partes iguales.
Fuente: El hogar ecológico - Ed. Plaza & Janes
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