En 1969, con el derribo del Price, se ejecutaba un ultraje contra los recuerdos infantiles de muchos madrileños, que nos habíamos reído allí con Pompof, Teddy y Nabucodonosorcito. El teatro del Circo se había cambiado de Recoletos a la plaza del Rey en 1867, y allí vivió un siglo de gloria, no solo con las funciones de circo, sino con sus temporadas de zarzuela, que conocieron estrenos tan importantes como “Las golondrinas”, y algún que otro escándalo político, como el que produjo “Las calles de Madrid” en 1888.
El sino incendiario de la Villa y Corte destruyó el primitivo Teatro del Circo en 1874, pero lo reconstruyeron rápidamente, y fue en su segunda vida cuando cobró el nombre y fisonomía con que lo vemos en la fotografía.
Fuente: Recuerdos de Madrid en Postales – Diario-16
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