Otros pueblos, los franceses por ejemplo, honran a los mártires de la patria con un entusiasmo admirable. En cambio, en este país nadie se los toma en serio, prueba de lo cual es el diminuto obelisco, casi escondido, que vela sobre las cenizas de los héroes del 2 de mayo.
La fotografía deja ver al fondo, detrás de Neptuno, el semicírculo de la plaza de la Lealtad.
En el momento de hacerse esta fotografía andaban construyendo uno de los más suntuosos hoteles de la capital y los obreros se ponían a comer en torno a la fuente de Neptuno, a donde las mujeres les traías la tartera.
Ello hace suponer que tiraron la foto en torno a 1910. Por aquí estuvieron los jardines del Tívoli, el Circo Hipódromo y el velódromo El Caballo de Acero.
Fuente: Recuerdos de Madrid en Postales – Diario-16
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