El cuerpo humano expulsa una gran cantidad de materias de desecho a través de la piel. A excepción del agua que se evapora, el resto de materias se deposita sobre la epidermis.
Por oro lado la piel está expuesta a las impurezas del entorno (polvo, polución, humos...) y a los factores climáticos externos (frío, viento, calor...), lo que hace imprescindible acudir en su ayuda para conservarla sana y favorecer el óptimo cumplimiento de sus funciones.
La realización de un peeling semanal (cura de descamación) contribuye a esta tarea, ya que pule las escamas e impurezas de la piel, dejándola lisa y suave.
Puedes preparar tu propio limpiador peeling calentando al baño María 25 ml. de aceite de soja, 25 de aceite de ricino y 5 g. De manteca de cacao. A fuego lento, deja derretir por completo la manteca de cacao, retira y añade un chorrito de agua hirviendo y una cucharadita de zumo de limón, removiendo hasta que se enfríe. En el momento de aplicar, mezcla este peeling limpiador con la misma cantidad de harina de avena.
Fuente: El hogar ecológico - Ed. Plaza & Janes
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