El taxista vio que estaban muy mal, así que cuando entran en el coche, al momento de encender el motor, lo apaga y dice:
- ¡¡Llegamos!!
El primer borracho le paga. El segundo le da las gracias, y el tercero le da una bofetada...
El taxista sorprendido, pensando que el tercero se dio cuenta del
engaño, le pregunta:
- ¿Por qué me ha pegado?
- ¡Por correr tanto, que casi nos matamos!
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