Un joven siempre que
pasaba por delante de un manicomio, un loco desde la ventana hacía que le
disparaba con la mano.
El joven, cansado ya de la
broma del loco, un día se paró delante y le disparó a él también con la
mano:
- ¡pam pam pam!
En esto el loco, se tira
por la ventana y mientras caía dice:
- Yo nunca tiré a
darteeeee...
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