Una caja de huevos puede servirnos
para transportarlos de un lugar a otro, por lo que conviene tener un envase
siempre a mano.
En
muchos colegios se utilizan estas cajas para realizar las mezclas de acuarelas
en las clases de dibujo, y también son un material muy valioso para realizar
trabajos manuales: sirven como semilleros, clasificadores de minerales, etc.
Pero su aplicación más novedosa consiste en el aislamiento del hogar. En
algunos bares musicales se recubren las paredes con una capa de cajas de huevo:
constituye un excelente aislante acústico.
Fuente: El hogar ecológico - Ed. Plaza
& Janes
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