Cuatro hombres casados van de acampada a pescar. Después de una hora, se oye la siguiente conversación:
- No tenéis ni idea de lo que tuve que hacer para venir hoy. Tuve que prometer a mi señora que pintaría la casa el próximo fin de semana.
- Eso no es nada. Yo tuve que prometer que le construiría una piscina, con cubierta y todo.
- Pero hombre, ¡Os quejáis por nada! Yo tuve que prometerle que arreglaría el jardín completo, sembrando nuevo césped y haciendo un estanque con ranas.
Y así, continúan pescando hasta que se dan cuenta que el cuarto amigo no había dicho una palabra, y deciden preguntarle:
- Tú no has dicho nada acerca de lo que tuviste que prometer para poder venir hoy. ¿Nos vas a decir que no tuviste que prometer nada?
- Yo puse el despertador a las 5:30h y cuando sonó, me acerqué a mi mujer y le susurré al oído: ¿pesca o polvete?, y ella me contestó: Abrígate bien..."
- No tenéis ni idea de lo que tuve que hacer para venir hoy. Tuve que prometer a mi señora que pintaría la casa el próximo fin de semana.
- Eso no es nada. Yo tuve que prometer que le construiría una piscina, con cubierta y todo.
- Pero hombre, ¡Os quejáis por nada! Yo tuve que prometerle que arreglaría el jardín completo, sembrando nuevo césped y haciendo un estanque con ranas.
Y así, continúan pescando hasta que se dan cuenta que el cuarto amigo no había dicho una palabra, y deciden preguntarle:
- Tú no has dicho nada acerca de lo que tuviste que prometer para poder venir hoy. ¿Nos vas a decir que no tuviste que prometer nada?
- Yo puse el despertador a las 5:30h y cuando sonó, me acerqué a mi mujer y le susurré al oído: ¿pesca o polvete?, y ella me contestó: Abrígate bien..."
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