Un jefe de la mafia descubrió que su contable había desviado 10 millones de dólares de la caja.
El contable era sordomudo. Por eso fue admitido en el trabajo, pues como no podía oír nada, en caso de una eventual detención y proceso, no podría actuar como testigo.
El jefe le llamó para interrogarle y llevó consigo a su Abogada, que conocía el lenguaje de signos.
El jefe pregunta al contable:
- ¿Dónde están los 10 millones que te llevaste?
La abogada, usando el lenguaje de signos, le hizo llegar la pregunta al contable, que a su vez respondió con signos:
- Yo no sé de qué están hablando.
La abogada lo tradujo para el jefe:
- Dice que no sabe de qué le hablamos.
El mafioso sacó un pistola mágnum y apuntó a la cabeza del contable, gritando:
- ¡Pregúntale de nuevo!
La abogada por medio de signos le dice:
- Te va a matar si no le cuentas dónde está el dinero.
El contable responde con signos:
- Bien, usted gana. El dinero está en una maleta de cuero enterrada en el jardín de la casa de mi primo Mario, en el nº 14 de la calle 31, bloque 6 del barrio de Santa María, mi primo está de viaje y no volverá hasta dentro de dos meses.
El mafioso pregunta a la abogada:
- ¿Qué dice?
La abogada responde:
- Dice que se caga en la madre que lo parió, que no tiene miedo de morir, y que no tiene huevos para apretar el gatillo...
El contable era sordomudo. Por eso fue admitido en el trabajo, pues como no podía oír nada, en caso de una eventual detención y proceso, no podría actuar como testigo.
El jefe le llamó para interrogarle y llevó consigo a su Abogada, que conocía el lenguaje de signos.
El jefe pregunta al contable:
- ¿Dónde están los 10 millones que te llevaste?
La abogada, usando el lenguaje de signos, le hizo llegar la pregunta al contable, que a su vez respondió con signos:
- Yo no sé de qué están hablando.
La abogada lo tradujo para el jefe:
- Dice que no sabe de qué le hablamos.
El mafioso sacó un pistola mágnum y apuntó a la cabeza del contable, gritando:
- ¡Pregúntale de nuevo!
La abogada por medio de signos le dice:
- Te va a matar si no le cuentas dónde está el dinero.
El contable responde con signos:
- Bien, usted gana. El dinero está en una maleta de cuero enterrada en el jardín de la casa de mi primo Mario, en el nº 14 de la calle 31, bloque 6 del barrio de Santa María, mi primo está de viaje y no volverá hasta dentro de dos meses.
El mafioso pregunta a la abogada:
- ¿Qué dice?
La abogada responde:
- Dice que se caga en la madre que lo parió, que no tiene miedo de morir, y que no tiene huevos para apretar el gatillo...
No hay comentarios:
Publicar un comentario