Un español, un francés y un indio que se encuentran en el infierno y les coge el diablo y les dice:- Si conseguís aguantar tres latigazos, os dejaré marchar al cielo. Os podéis poner en la espalda lo que queráis.
Coge el alemán, se pone en la espalda una piedra enorme y el diablo del primer latigazo la parte y el alemán se retira.
Llega el indio y decide no ponerse nada en la espalda alegando que todo es cuestión de concentración y que el dolor está en la mente. El diablo le pega el primer latigazo y el indio ni se inmuta, le pega el segundo latigazo y el indio sigue sin inmutarse, llega el tercero y tampoco se queja, a lo que le dice el diablo:
- Muy bien, eres libre.
- Ya, pero prefiero esperar a ver que hace el español, que siempre sale ganando.
Llega el español y le pregunta al diablo:
- ¿Puedo ponerme lo que yo quiera en la espalda?
- Sí, lo que tú quieras.
- ¡¡Pues entonces tú, indio cabrón, ven para acá!!
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