Llega un tontito al estanco y pregunta:
- ¿Tiene cigarros sueltos?
- Pues mira, no, responde el estanquero.
El tontito regresa unos días después y pregunta de nuevo:
- ¿Tiene ya para venderme cigarros sueltos?
- No, todavía no, pero pronto voy a tenerlos.
Regresa una semana después:
- ¿Ya tiene cigarros sueltos?
- Sí, ¿cuántos quieres?
- Deme un paquete.
- ¿Tiene cigarros sueltos?
- Pues mira, no, responde el estanquero.
El tontito regresa unos días después y pregunta de nuevo:
- ¿Tiene ya para venderme cigarros sueltos?
- No, todavía no, pero pronto voy a tenerlos.
Regresa una semana después:
- ¿Ya tiene cigarros sueltos?
- Sí, ¿cuántos quieres?
- Deme un paquete.
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