Los tubos de cartón que
retiramos del servidor al reponer el papel higiénico son un residuo al que no
prestamos ninguna atención. Sin embargo, si calculas la longitud que alcanzaría
una tubería confeccionada con los recogidos en un solo año en cada uno de
nuestros hogares tu sorpresa sería mayúscula. Y aún más si añadimos los de
papel de cocina, de mayor longitud.
En muchas escuelas de otros países
utilizan estos tubos para realizar todo tipo de objetos en las clases de
trabajos manuales.
El uso más práctico es como
archivador: introduciendo los hojas enrolladas en su interior y marcando el título
del informe sobre el cartón, que incluso se puede precintar.
Fuente: El hogar ecológico - Ed. Plaza & Janes
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