- ¡Qué hermoso es estar enamorada! ¿Y tú, papá? ¿nunca te
enamoraste en la escuela?
- Si, en la guardería, de la maestra... dijo con
nostalgia el padre.
- ¡Ay qué tierno, qué bonito! ¿Y qué pasó después?
- Pues que se enteró tu mamá, se enfadó y te cambió de guardería.
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